He buscado información acerca del yoga para hacer esta entrada y la verdad es que hay mucha y lo que me queda claro es que el yoga no es "moco de pavo". Con el yoga trabajamos tanto a nivel físico como mental.
A mi me sirve para "parar el ritmo" un poco.
Como madres estamos sometidas a un nivel mental muy superior al que siempre hemos estado acostumbradas, al menos yo. Mis preocuopaciones iban y venían, pero no eran ni la mitad de las que tengo ahora. Soy más respo
nsable de mi familia puesto que tengo una Inquilina en el cuarto de al lado. Es un lujo tenerla viviendo aquí conmigo, pero siendo humana y real, hay días en los que saldría corriendo.
Entonces llegó mi Chatungo y me apuntó al yoga. Pienso que por él mismo, por mi... por el bien familiar. Para que no estuviera al borde del abismo emocional, unos días feliz y contenta y otros horrible de mal humor... Para que encontrara paz interior y volviera a ser yo... Me obligó a parar
Vaya forma más dulce de parar, me digo... y sonrio
Cuando embarazada hice yoga, no tiene nada que ver con el yoga de ahora. Tampoco tengo yo que ver con la mujer que era cuando estaba embarazada.
Y esque el yoga es un puente entre nuestro interior y nuestro exterior. Explicándome mejor, el trabajo de yoga es muy amplio. Trabajamos el físico, tonificando los músculos, ganando elasticidad... los huesos y los órganos se renuevan, se sanean... todo el cuerpo físico renueva su estructura molecular y rejuvenece de alguna forma, sutilmente, pero algo pasa ahí que todo es mejor. Y trabajamos a nivel mental entendiéndonos a nosotros y a nuestro cuerpo. Tomamos consciencia de nuestro ser más animal, más verdadero con todas nuestras limitaciones y nuestras ventajas... Todo se planta en nuestras narices.
Para mí, a nivel mental es donde mejoramos más. Tomamos conciencia del cuerpo fisico como un todo y nos podremos dar cuenta de nuestras actitudes con nuestro cuerpo, cómo lo cuidamos, cómo vivimos en él... Mediante el yoga lo dejamos hacer abandonándonos en una buena respiración, respiración tranquila y pausada... Muy armónica
Algo diferente a lo que nos pide el ritmo de vida que vivimos. Jugando, corriendo para la comida, recogiendo de los colegios, a comer, a hacer esto y lo otro... y en medio algún cruce de cables de nuestros hijos...OOOHMMM
Lo recommiendo desde lo más profundo de mi corazón porque paramos, y ese momento de hace presente, tomamos consciencia de él y lo vivimos como ninguno. La mente para de pensar y se dedica a sentir la respiración, mientras nuestro cuerpo, todo entero, sigue su curso... igual que la realidad, el mundo... todo va, todo sigue y sigue mientras nuestra mente ha parado un momento.
Es una sensación mágica y de lo más humilde pues te abandonas en eso que está pasando... que no es nada... pero lo es todo, y es, de verdad, genial.
Hay unas posturas más complicadas que otras, unas duelen más que otras... pero todas acaban haciéndose. Si no hoy, mañana o el otro será, el cuerpo cede a la respiración y la mente se calla.
No más gritos de niñas, no más tengo que correr que no llego, no más estrés... en ese momento estás tú... y al terminar estás como nueva.
Yo, por si no os habéis dado cuenta... os lo recomiendo.
"Con el yoga dejamos que el pasado se vaya,
que el futuro desaparezca,
todo lo que importa es el presente"