Siempre he pensado que en la infancia de todo niño deben haber algunas cosas imprescindiblemente, como la bici, una cocinita, los patines o alguna cabaña.
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Pero una de las cosas más importantes, una tortuga.
Me encantaba cuando mi madre nos comparaba una, porque la cuidábamos, la mimábamos, le dábamos de comer y eso de cambiarle el agua, crearle piscinas más grandes me encantaba. Creaba una responsabilidad, tenía que cuidarla, esto para una niña que no ha cuidado a nadie en su corta vida... No está mal, es incluso emocionante, era como mi bebé :)
Pero como es ley de vida, llegaba el momento de la pérdida.Cómo afrontar eso... Ahí está la clave
No todas estas tortugas llegan a gigantescas y se acaban muriendo más pronto que tarde. Contando con el momento inicial en que cae la tortuga en las manos del niño que automáticamente se encariña, si el roce hace el cariño... Cuando la tortuga muere da tiempo a cogerle tanto cariño como para llorar un rato a moco tendido y hacerle un funeral.
Y esto es importante... Aprender a afrontar una situación difícil, una pérdida, que entiendan que igual que vivimos también nos podemos morir. No es que les haga de piedra, pero si les vamos preparando ese corazoncito ante cualquier imprevisto.
Nunca será fácil, ni llevadero. Pero sí que es importante que entiendan que puede pasar.
Qué casualidad! Hoy mismo las he estado viendo porque es el regalo que quiere mi sobri para su quinto cumpleaños...
ResponderEliminarY mira que a mí me dan una pena... Porque tengo una espinita por no haber conseguido que ninguna creciese...
REGALASELA!! La verdad es que es dificil que lleguen a viejas, siempre he pensado que son muy sensibles, muy delicadas
Eliminarun beso
Yo tampoco conseguí que creciese la mía, pero me parece bien como vía para enseñarle las cosas que mencionas: responsabilidad para cuidarla y afrontar una pérdida.
ResponderEliminar¿Verdad que si?
EliminarGRACIAS! Yo esque lo viví muy intensa... Me pegué una pechá de llorar que no veas... Pero se aprende a afrontar y se sigue que es de lo que se trata.
un beso
A mí, particularmente no me gustan las tortugas como animal de compañía. Prefiero un perro con el que poder crear un vínculo, y unas responsabilidades. Tal vez es que me he criado con perros, y eso hace que les tenga particular aprecio.
ResponderEliminarYo también me he criado con perros... y los adoro, pero no todos los pisos son aptos para perros, por ejemplo el mio no lo es. Es pequeño, y un perro aquí se agobiaría. Pienso como tú, que un perro es alucinante, tanto en compañía, en juegos en todo... Con la perra que vivió en mi casa, desde luego, lloré mucho más.... Resulta que al acordarme de ella aun se me saltan las lagrimas! jejeje
Eliminarun beso y gracias!
Me encantan las tortugas, yo tenía una chiquitita pero por una mudanza la tuvimos que regalar, y ahora está gigante. Me encanta la entrada, y es verdad que se pasa mal por eso estoy de acuerdo contigo es que hay que enseñar a los niños lo que puede pasar.
ResponderEliminarOhh qué bien por tu tortuga!!
EliminarMe gusta que te guste mi entrada!
Yo creo que los niños aprenden más con vivencias que con otra cosa, con juegos o mediante los sentimientos... Sentir una pérdida es rollo para todo el mundo, grandes y pequeños, estarás de acuerdo conmigo, en que es duro... Por eso... Por eso tienen que estar preparados... Porque la vida es dura y hay de todo
Gracias por tu comentario!!
Ahhh por cierto, pasate por el blog que tienes un par de premios.
ResponderEliminarGRACIAS BELLA!! Te sigo!
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