viernes, 18 de enero de 2013

Y por fin se ha atrevido

Hoy ha sido de estos días en que te levantas a las seis de la mañana y el frio te está esperando en la salida de la cama para pegarse como lapa para todo el día. Así he estado.. como las viejas con el frio en los huesos.

Hemos jugado, hemos paseado y hemos vuelto a jugar, todo mezclado con una gran conversación de palabras sin sentido aparente para mí, pero con todo el sentido para ella, pues cada palabra la absorve y la almacena en elgún lugar de su cerebro para soltarla algún día de estos... ayy esa primera palabra ¿cuándo llegará?  Cuando llegue, es la respuesta más acertada que se me ocurre. Y no tengo prisa por nada... No quiero que corra tanto y el tiempo pasa tan rápido que no me importa que se tome su tiempo para cualquier cosa... 

Me ha abrazado y se deleita con mis ojos.. Es como si jugara con mis pestañas, siempre un gritito de sorpresa, como diciendo "Ay" y yo me muero de amor casi todo el rato. Digo casi porque hay veces que se emociona. Ella experimenta con mi cara, me gusta... hasta que me mete el dedo en el ojo o en la nariz... eso ya no me gusta tanto.

A ella le gusta dormirse en mis brazos y yo, dado que ya no le doy el pecho no se lo niego, me encanta de hecho. Hay quien dice que se me va a acostumbrar... Pienso que hasta el momento nos esta funcionando nuestra forma de criarla, tranquilamente, cada uno en su sitio y de la forma más natural que nos es posible, quizás seamos rutinarios en el día a día, en el caso de la hora de acostarse, la siesta y la comida... Pero pensamos que es la mejor manera de seguir el día a día... con orden... así ella sabe qué va a pasar aproximadamente, lo cual le da seguridad... Al menos así lo pienso yo. 

También está el tema de nuestra forma de actuar con ella. Yo juego, pero mi Chatungo es el rey del juego, super divertido, super permisivo en la mesa del ordenador la deja cogerlo todo, el teclado, el movil, el ratón, el lapicero.... todo desordenado. Pero es feliz... Padre e hija son felices. Es tajante a la hora de regañar (esto es que no se rie) y bien. Ella me busca cuando ya no puede más, para buscar descanso, consuelo... mimitos... para el juego papá, y eso me encanta. Nos diferencia perfectamente. Sabe qué pedir y qué no pedir a cada uno... Es lista la tia.

El otro día me dio una bonita sorpresa. Al ir por una taza de té y dejarla sola en el salón la encontré en pie... ella sola y sin ayuda había levantado ese culillo del suelo y se sostenía en nada más y nada menos que en sus piernas, gordillas y mordisqueables... ahí estaba de pie como una niña mayor.

El verla así, como siempre y como cada paso evolutivo que da, me ha pareció mágico. Tan contenta... que de la emoción la asustadé y cayó de culo... Hay que intentar emocionarse controladamente, ya lo sé

Ahora sólo quiere practicar ponerse de pie, eso de agacharse aun no lo domina. Ella prueba a levantarse a diferentes alturas, siempre cae... Poco a poco, me digo... Pero me encanta verla así.

Este es el principio de un mundo lleno de posibilidades.



1 comentario:

  1. Que bonito!! La etapa de aprender a caminar es de las más bonitas. Y sí, los grititos de emoción las asustan. También he pasado por lo mismo :)

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Gracias por tu comentario. Siempre es un placer verte por aquí, conversar e intercambiar experiencias, es lo que hace rico este blog. Un beso