viernes, 9 de noviembre de 2012

Trece meses siendo mamá....muchos son y rápidos van

Ha pasado un solo mes desde que cumplimos un año... Y han sido tantísimos los cambios que no sé por dónde empezar. Es cierto que he escrito alguna que otra entrada que dan pinceladas de un mes bastante evolutivo. 

Para empezar, cuando cumplió su año estaba recien, recien, gateando y ya ha perfeccionado tanto la técnica que se permite el lujo de ponerse de rodillas y cotillear todo lo que puede.

Los cajones la emocionan sobremanera, cada uno contiene algo nuevo, pienso que lo ve como tesoros escondidos por la casa. Cuando no está conforme con lo que pasa en una habitación sale escopetada para otra buscando nuevas aventuras, y las encuentra... Ya os digo... me la encontré en el pasillo de la casa de rodillas con cara de flipada por no estar agarrada a nada... toda una temeraria.




Y esque esto del gateo le ha dado muchísima libertad. A ella y a mí, porque ella va más a su aire investigando y yo puedo ir un segundo a alguna otra habitación. Ahora recuerdo cuando me llevaba la hamaca de una habitación a otra y recorríamos juntas la casa, no es que sea muy grande mi casa... Pero sí que tiene habitaciones y en diferentes sitios... Siempre juntas a todos lados... Ahora, con el gateo, me puedo permitir el lujo de ir sola a otra habitación y llamarla desde allí. Ella viene muy feliz, se la escucha "plas plas plas plas" manitas en el suelo pasito a pasito acercarse hasta donde estoy y de pronto, se me antoja medio magia... Me la encuentro allí, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja. Es entonces cuando le hago una fiesta y todos contentos.

Por las mañanas voy a sacarla de la cuna cuando se despierta y de verdad os digo que lo vivo como magia. Ella asomada a la cuna, de rodillas, mirando a la puerta. En cuantito me ve, sonrisa en su cara y grititos de alegria. Nos pegamos cinco minutos las dos disfrutando de un buen "buenos días" Cantamos y jugamos un poquitillo y vamos a la cocina por el bibi de desayuno. Ella primero y luego yo por mi café.

Y esque cada día, ella entiende más, e impone su personalidad, por cierto... es muy independiente. Mientras gatea me emociona el pensar cuando hable, cuando ande... Los avances en esta niña, mi niña (me encanta cómo suena), me parecen un milagro de la vida...

Y tener la suerte de vivirlos feliz... Hace que me sienta super afortunada

4 comentarios:

  1. que bonito!! Estos momentos tan dulces son los que nosotras recordaremos el día de mañana. :)

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  2. me encantan tus entradas evolutivas sobre tu inquilina. Me recuerdan enormemente los avances de mi corderito y lo hermoso de ser madre.

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    Respuestas
    1. Vamos a la par!

      Cada día hay algo nuevo... de pronto es mucha evolución a la vez!

      besicos!

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Gracias por tu comentario. Siempre es un placer verte por aquí, conversar e intercambiar experiencias, es lo que hace rico este blog. Un beso