domingo, 20 de mayo de 2012

Semana 10

Estamos casi metidos en la semana diez y aun no se me nota la barriga... bueno, un poco sí porque mantengo el peso y parece un poco hinchada, pero nada al fin y al cabo... Pienso que son más las ganas de verme embarazada que otra cosa. Me dicen que ya tendré tiempo para hartarme de la barriga.

Tal y como antes dudaba de mi embarazo, ahora estamos seguros, por la ecografía y por haber escuchado los latidos del corazón del bebé. La impresión que da es un poco extraña, puesto que no sabes si es tu corazón o el suyo, late muy deprisa, late con ganas de vivir. Este tipo de pensamientos hace que me emocione... esa es una nueva característica mia...

Lloro con la misma facilidad en que me duermo. Es cierto, duermo como una lirona la mayor parte del día, y si no puedo dormir, estoy muy adormilada, muy cansada. De todas formas no siento que descanse bien, mis sueños no son profundos, no son de calidad, no me levanto cada mañana con la sensación de ser una persona nueva, al revés... Me siento más pesada, cada día me cuesta más... y como pase algo que se sale de mis esquemas, se me saltan las lágrimas. Como si fuera una niña pequeña.

Lo que peor llevo es la ausencia de olor y sabor. Eso hace que tenga hambre y no sepa qué me apetece, ya lo he comentado en alguna ocasion, ¿verdad?. O peor, comer algo que sé que me gusta muchísimo, y no poder saborearlo, es una sensación horripilante e incluso un poco frustrante, ir por la calle sin oler hace que me sienta desorientada, si huelo mal... pues no lo sé. Parece un poco exagerado, pero yo lo vivo así, exageradamente.

Pensándolo bien, todo me parece exagerado.

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