domingo, 20 de mayo de 2012

Hoy nos conoceremos tú y yo

Hoy, al borde de cumplir las ocho semanas vamos al ginecólogo. Vamos a poder ver a mi pequeño habitante. Latiendo, viviendo... Esperamos que así sea.

Me encuentro con tantas dudas que no las recuerdo todas... Serán los nervios, confío en que allí, ya puesta en la situación se me vayan ocurriendo, de lo contrario el lunes por la tarde tenemos cita con la matrona... por la seguridad social. Vamos a llevar el embarazo por dos lados, por lo privado y por lo público; para llevar dos opiniones y por si hay que dar de baja para que mi medico de cabecera esté enterado de todo y pueda dármela sin problemas.

Trabajo en un laboratorio y la verdad es que me inquietan los riesgos a los que me expongo. Por ejemplo paso por un pasillo que lleva a las dependencias de RX y a las dependencias de análisis radioactivos... ¿qué hago ante esta situación? no lo sé.... Me encuentro perdida en este término y quiero que me saquen de estas dudas. La delegada sindical del hospital donde trabajo no sabe nada.... pero me asegura que ya no se dan tantas bajas............. ¿y ahora cómo llamo yo a eso?

En fin... No me queda otra... he de tener paciencia y esperar a ver qué me dicen los médicos.

Todo a su tiempo

En la consulta tenemos tres personas por delante... una hora sentada esperando, nerviosa y mirando la hora por el trabajo, puesto que pedimos permiso y tenemos que volver.

Por fin, nos llaman. La ginecóloga me da muy buena impresión, habla de una forma muy dulce. La primera pregunta que me ha hecho ha sido de cuánto estimaba que estaba y cuál fue mi última regla. Claramente le he dado los datos y efectivamente ella me ha dado la razón, estaoy de ocho semanas.

Acto seguido ¡la ecografía!

Todos mis sentidos se agudizaron, pendientes de una imagen en una pequeña pantalla; no entiendo muy bien porqué, pero me empecé a poner nerviosa. Temblaba.

No se aprecia mucho, pero se puede ver una célula parpadeando, es el corazón... es mi bebé luchando por vivir.

Madre mía! ahí está la clara demostración de que estoy habitada, que hay un habitante dentro de mí que ha estado creciendo día a día.

Es fuerte esto de la vida ¿eh?

Después de decirme que mide 1.2cm y que está todo bien, escuchamos su corazón. Muy rápido, increíble. Muy curioso.



¡Estamos embarazados! ¡Estoy habitada!

Ya no hay cabida a dudas... Lo evidente está ahí, en esa pantalla... mi bebé quiere que sea su madre y lucha por vivir.

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