domingo, 20 de mayo de 2012

Seis meses. Comida complementaria

Seis meses ya... Siempre lo digo... Estos seis meses parecen mucho más tiempo de lo que son.

Este mes me han pasado mil cosas.

Para empezar me incorporé al trabajo y terminó mi contrato. Por lo que se puede decir que he sido madre trabajadora y después he pasado a ser mami del tirón, jajaj. Estoy contenta, aunque siempre hay algún que otro momento en que me pongo a pensar y me da penilla. Mi trabajo me gustaba mucho, y creo que era buena. La muchacha que entró para sustituirme se quedó... y bien, bien está. Pienso que es una buena oportunidad para encontrar un nuevo trabajo, uno mejor... Uno por lo menos en que las cosas estén más claras. Porque nunca han estado claros los días de vacaciones cómo estaban, los días de asuntos propios, las cosas de los trabajos de verdad... aquí todo muy en el aire sin concretar nada un poco anárquico y bueno... eso aunque muy cómodo cuando lo ves... No lo es en absoluto en la realidad.

Mi bebé ha conquistado los días, los paseos los disfruta a tope porque en la manduca me la cuelgo mirando al frente y ella lo ve todo con mucha más curiosidad, mucho más emocionada y claro... Todo es mejor, aunque también se echa sus siestas. Sus noches son buenas hasta que llega una mala, y claro, el sueño aprieta mucho. Por las mañanas recuperamos lo perdido y nos estamos levantando a eso de las 10.00. Eso está bien y mal. Porque por un lado me gusta dormir pero por otro lado no quiero perder las mañanas. En fin... poco a poco.

Ahora me encuentro en un momento de cambios importantes en mi vida, porque yo siempre he trabajado, o casi siempre. En casi siete años no he parado de trabajar no más de un mes... y eso está bien. Ahora me encuentro con una casa con un bebé y con un bebé. Además con la presencia de personas bienintencionadas que me "dan consejitos"..................... consejitos que no pido pero que se dan y yo tengo que aceptar... en fin.

Me encanta la actitud de La Inquilina, sonríe mucho más y si le decimos "toma" ella alarga los bracitos, sus manitas ya cogen con fuerza las cosas y se las lleva automáticamente a la boca.

Es duro esto de ser mami, las noches, cuando se pone penosilla, las cenas románticas que no volverán a ser lo que eran... Pero estar todo el día cantando saltando y buscando maneras de que esta inquilina mia sonría y balbucee un poco... y que ella responda a mis estímulos... Son cosas que no tienen precio, son momentos muy presentes que están pasando a cada segundo y ella está ahí, deleitándome con sus avances y yo estoy aquí aplaudiendo cada nueva "monería" que hace.

No es que sea una niña espectáculo, no... Pero al menos se rie, come, duerme, es una niña feliz, eso creo yo :)

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