viernes, 25 de octubre de 2013

El tiempo desde la guardería

Ya vamos para tres meses desde que empezamos la guardería, y he de decir que se nota.

Este mes ha sido largo, mucho más de lo que me imaginaba, pero hemos ido superando los días.

Empezamos el primer mes resfriadas y terminamos el segundo mes resfriadas. Es algo a lo que ya debo de ir acostumbrándome. Febrículas  (que para mí es fiebre pero baja, vaya fiebre de toda la vida 37.5)  y resfriados, toses y mocos. 

Adios a mis siestas, eso es algo a lo que me está costando acostumbrarme.

En la cuerda floja de si tenía o no tenía fiebre me he encontrado en más de una ocasión. Al final mi Inquilina se enfria siempre y hace cola en la puerta de la calle para marchar pronto; su objetivo, empezar a jugar desenfrenadamente.

Y así es.

La guardería llega un momento en que es necesaria para ellos. Porque juegan, se relacionan y ¿por qué no?, puede que estén hartos de nosotras y ver caras nuevas les refresque la mente, ¿no nos pasa a nosotras?

Hay un antes y un después en mi casa desde que mi inquilina está en la guardería. Hay un antes y un después en mí misma. Ahora tengo tiempo de hacer las cosas como deben ser, la ropa mejor organizada, la casa más limpia todos los días, las comidas más elaboradas... Me siento bien, la verdad.

Por otro lado está ella, Se está soltando con vocabulario, con su carácter, y lo mejor de todo es que los viernes me trae un trabajito maravilloso, me lo trae súper ilusionada.

Nos ha venido bien a ambas, a mi para empezar una nueva forma de vivir las mañanas y a ella porque empieza una etapa genial de aprendizaje, comunicación y socialización.

Si quisiera podría empezar a pensar en ir encargando una hermanilla con la que jugar, pues pienso que ella está preparada para los cambios que pueden llegar, tiene un sitio en el mundo, y nuestra relación de apego es muy sana, ella cuenta ahora con una rutina que seguro que no va a cambiar, la guardería y, cuando sea, el colegio. Esos serán inamovibles y en su pequeño gran mundo eso es mucho.

El otro día me pregunatron qué era lo que había cambiado más en mí la maternidad, y francamente, han cambiado en mí tantas cosas que se me hizo difícil responder. 

Ahora mismo, se me ocurre que una de las cosas que me han cambiado, es la toma de decisiones. Siempre me paro a pensar en lo más respetuoso y coherente con mi forma de ver la vida para con ella.

Realmente no me va mal. Al menos eso creo yo.

Así que por eso la apunté a la guardería, como entrenamiento ante el colegio, donde va a aprender muchas más cosas, como aprendizaje de comunicación con otras personas y para que se despeje también de nosotros. Todo los días con nosotros debe cansarla y aburrirla. Llegan momentos en la vida de todo el mundo, niños o adultos, que hay que dar un paso más. Es por eso que después de los fines de semana, cuando llega el Lunes ella está loca de contenta.

Verla entrar allí con su sonrisa puesta, con su abracito matutino y con el mimo que la reciben, la verdad, es que me llega al alma. Respetan mucho su ritmo y eso me gusta mucho también.

Esque es importante este tipo de cosas, es donde va a estar tu inquilina toda la mañana y sin verla tú... entonces es mejor saber que la van a tratar como a una reina. 

Lo demás da igual.

Así transcurren todas las mañanas, así que necesito ya retomar mi vida laboral. Pero es un asco, no hay trabajo y me desespero.

Luego, cuando la recojo, la recibo, me abraza, la beso... en ese momento toda la mañana desaparece...

... Y empezamos la tarde y con ella muchas cosas que ya os iré contando.


4 comentarios:

  1. Que cierto es lo que que nos cambia la guarderia..a todos..en mi caso al ser dos recuerdo que el primer día me sentí rara desayunando en silencio..y eso que tengo a #N ya! Pero era una sensación rara..y que razón con que sepamos que están bien allí..yo estoy encantada ya que #R la seño todos los días lo recibe y lo despide como "su niño" y #D su seno esta muy preocupada porque aun no come..y yo feliz de ver q los quieren tanto en tan poco..y es q nuestros "inquilinos" se hacen querer :-) un beso wapa!

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    1. Sí sí... los primeros días de Guardería son raros e insípidos en los momentos de soledad.

      Se hacen de querer porque son adorables, esque nos lo podríamos hasta comer jejejej. Cómo nos cambian, cómo se quieren verdad?

      besos y gracias!

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  2. Cuando he tenido que dejar en lso primeros meses a mis hijas en la guardería, era porque me reincorporaba al trabajo, con lo que no entiendo bien la experiencia, eso sí, era lo mismo al ir a buscarlas, colmarlas de besos, y revivir por la tarde.

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    1. Claro... Las tardes está chulas para aprovecharlas a tope :)

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Gracias por tu comentario. Siempre es un placer verte por aquí, conversar e intercambiar experiencias, es lo que hace rico este blog. Un beso