viernes, 2 de agosto de 2013

Aventuras de una noche de verano

Hace dos días en el silencio de la noche, suena cual trueno enfurecido un llanto estremecedor.

Era ella.
 
Corriendo, de un salto, me levanto y voy en su busca, temiendo algo malo, medio dormida medio despierta. La tomo en mis brazos y abrazo cariñosamente, con todo mi corazón para que ella se calme y vuelva, de nuevo, al mundo de los sueños... Donde yo quería estar, desde luego.

En tal abrazo, en medio de un sentir maternal con el corazón rebosante de cariño, noto que mi Inquilina se quiere escurrir. Afinando los sentidos, empiezo a darme cuenta de que quiere huir de mis brazos... Pero ¿a dónde?, me pregunto sin encontrar sentido alguno a nada, quería volver a mi cama y seguir durmiendo.

De nuevo intenta zafarse de mis brazos, y entonces sí, me di cuenta, esa niña no tenía sueño. La eché a su cuna y me senté a su lado.... Como podéis imaginar, estalló el llanto más dramático hasta el momento.

- No puede ser- Le digo - Has tenido todo el día, para jugar. Ahora es momento de dormir.

Ilusa de mí al pensar que la chica se iba a contentar con mis dulces pero firmes palabras (ciertas como puños)

En esto que aparece Chatungo en medio de las tinieblas, con un pie (suyo) aquí y otro allí, preguntó qué había pasado. ¿Un dragón? ¿un terremoto? ¿una bomba? 

Nada....

Le pedí que volviera a la cama, no tiene sentido que estemos los dos despiertos. Pero, me vio un pequeño tic en el ojo y me pidió el relevo.

No puse resistencia y me encaminé a mi cama, de nuevo, abracé mi almohada, pero la charla del cuarto de al lado me mantenía despierta. 

- Aquí taaaa aquí taaa, uyyy ayyyy- con una vocecilla dulce y pequeña que me hacía sonreir.

Me desvelé

Así que tuve la idea de decirle a mi Chatungo que (sin que sirva de precedente) se la trajera a la cama. Ella encantada con la idea sonrió y todo. 

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaandaaaaaaaaaaaaaa, aquiiiiiiiiiiiiiiiii taaaaaaaaaaaaaaaa- dijo al entrar en mi dormitorio.

Ya etsaba desvelada y me reí.

Nos tumbamos los tres en la cama, la nuestra. Se me hizo pequeña y caí en la cuenta de la incomodidad de hacer colecho, al menos con una niña de casi dos años. Qué calor, qué incómoda, qué de todo. Cada uno mejor en su sitio.

Empezamos el proceso de relaje de la inquilina y empezamos a relajarnos todos (al menos eso creía), entonces noto que mi Inquilina comienza de nuevo su propósito de escurrirse. Levantamos la cabeza y efectivamente pim pam pim pam se estaba escurriendo de la cama. Íbamos a retenerla, pero la dejamos a ver qué se propoonía.

Bajó de la cama con una cara triunfal y empezó a caminar en la oscuridad hacia el salón. 

La imagen de la Inquilina caminando en la oscuridad de la noche, el sonido de sus pasitos descalzos, me pareció cómica. ti ti ti ti ti ti... y estaba en el salón poniendo la tele. Al verla allí más cómico se me antojó todo.

Se me ocurrió apagar la tele, a las tres de la mañana no había nada, ni dibus ni pelis ni nada... Era una hora estupenda para dormir, al menos para mí. Pero la dejamos estar, no sentimos que fuera necesario poner resistencia a lo que al final, con tal de estar bien, iba a pasar. 

Cuando se encendió la tele la alegría triunfal se adueñó de ella completamente. Al final acabamos os tres tirados sentados en el sofá viendo Babytv.

Empezó la fiesta.

Mi Inquilina cantó, charló, jugó rió... hizo de todo, super simpática y yo me distraje con twitter (gran amigo) Chatungo daba cabezaditas. Pero no era como dormir en al cama.

Cuando pasadas una hora y media de fiesta ininterrumpida, seguíamos allí en el mismo plan. Decidí que ya estaba bien, que había que dormir. Me negué a estar aguantando para que se durmiera  a las 6 y luego se despertara a las nueve. Lo siento, pero aunque me lo estaba pasadno bien, estaba super graciosa y comunicativa, no eran horas.

Apagué la tele, y ella se quejó lanzando un grito de NOOOOO al aire. NO le hicimos mucho caso, sólo, con voz fimre le dije que ya era hora de dormir. Ella puso un poco de resistencia, pero evidentemente estaba cansadísima. Tocó la cuna y se quedó de nuevo dormida.

Aunque no son horas, las tres de la mañana, el recordar la imagen de mi niña andando en la oscuridad y poner la tele tan dispuesta ella, me hace sonreir. 

Esa noche lo pasé bien, aun así, por favor... ¡No más!

2 comentarios:

  1. Jajajaj, mira la nena que lista, si tenía razón, ella quería diversión a toda costa. Como es eso de dormir cuando todo está oscuro?? Si hasta ponen dibujos a esas horas!! jajaja, menuda noche, yo me hubiera muerto en el acto :)

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    1. Casi me moría, pero estaba simpatiquísima, creo que hasta le eché una foto... y yo con un sueño horrible.

      jejejeje, pero en el fondo es lo que dije, me reí muchísmo por la actitud de la chavalilla... Pero no más pleaseee

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