viernes, 14 de junio de 2013

Hay de todo a mi alrededor

Se hace mayor y ya casi no puedo con ella. Le doy mi mano y tras un leve balanceo paso a paso recorremos un camino conocido para mí pero tan nuevo para ella que los ojos le brillan como dos estrellas 

Es lo mejor, hasta el momento, que me ha pasado, ella en sí misma. Su sonrisa, su humor y su forma de ser, tan tranquila y serena.

No es una niña que sea curiosa, simplemente pasea de mi mano por un mundo que poco a poco se abre ante ella. Muy poco a poco. Mientras yo la miro e intento enseñarle cosas nuevas, ella aprende llo que quiere y con dulzura me enseña que no por mucho repetirle algunas cosas ella las va a aprender antes, ella aprenderá lo que le guste, o lo que más le llame la atención en ese momento. Y a mí me gusta que sea así, con las ideas claras y genio, mucho genio que en muchísimas ocasiones me arranca una sonrisa. La intento esconder aunque casi siempre me pilla.

Cada día que pasa, aprendo más cosas, y cada día que pasa, me emociono más por sus logros, pequeños grandes logros.

Ella no va al ritmo que la mayoría, ella va a su ritmo propio. Hay quien no puede entender y presiona sobre algunos "temas candentes" en la evolución de esta pequeña. Hay quien lo entiende perfectamente y me sirve de apoyo. 

Hay de todo a mi alrededor y feliz me encuentro por ello

3 comentarios:

  1. Los niños tienen todos su propio ritmo, si los forzamos, puede pasar que vaya más rápido, pero también que vayan más despacio. Nosotros, como adultos, debemos adecuarnos a su propio ritmo de aprendizaje.

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