Carta de una madre a otra madre

Esta semana pasada he recibido una carta preciosa que quiero compartir con vosotras, porque pienso que, además de preciosa, contiene tanto amor que merece ser compartido, además, sirve para más madres. Y dice así

Querida Mamita;

El tiempo corre y ellos crecen, y por supuesto nosotras con ellos, crecemos como mujeres, crecemos en edad, en madurez y como madres. Recuerdo como si fuera ayer esas conversaciones preparto. Cuando estamos embarazadas, todo el mundo sabe más que nosotras, todos opinan, y lo que es peor, siempre hay alguien que te cuenta una experiencia cercana como una batalla que te horroriza. Y aunque hagas lo posible por huir, es inevitable que el tema salga.

Hay quien te cuenta un dramón junto con una tragedia, siempre desde el cariño que dan ganas de decirle; no es necesario que me lo cuentes, chica... No te lo he pedido. 

Intentas no ser desagradable pero cuando tus hormonas salen por todos los poros de tu piel, en tus ojos se ve reflejado todo y cuesta... cuesta no decir DEJAMEEE

Hay ta,bién padres "sabelotodo", nunca cometen errores, nunca se equivocan y llevan en la boca un libro de instrucciones que se abre cuando menos te inetresa. 

Es complicado todo esto, hay muchísimos momentos difíciles pero hay una gran mayoría de momentos maravillosos, cargadas sensaciones, momentos hermosos llenos de esperanzas, grandes instantes que quieres grabar en tu corazón para siempre; la primera patada, esa que te dice que realmente hay alguien ahí dentro, es inexplicable la sensación. Casi un milagro de la vida.

El parto, quizás el momento cumbre de nuestras vidas, el cuerpo y mente juegan uno de los papeles más fuertes de nuestras vidas, ambos se unen para dar nacimiento a lo más bonito, el ser que cambiará tus días y tus noches. ese ser que transformará cada día de todos los días que nos quedan por vivir.

Ufff, esa primera vez que lo cogemos en brazos, es sobrecogedora, esa sensación entre miedo y alivio, nervios pero tranquilidad, algo mágico. La primera vez que le das del pecho, creación de un vínculo maravilloso. La primer avez que te mira... ¡puede verte! puede ver el rostro de su madre, que le acompañará toda su vida o gran parte de ella.

Así seguiría enumerando momentos especiales y no pararía, la cosa es que cada sensación compartida es genial y te ahce sentir tan bien... 

Sí que es verdad que hay veces que dan ganas de tirarlos por la ventana, gritarles... Momentos estresantes, momentos de cansancio emocional, momentos de sueño perpetuo... pero esto es ser madre también... No todo es de color de rosa, no todo es fácil... Y si no lo has vivido así, no has sido madre.

Hoy lo miro, veo como gatea, lo veo cómo come su bibi solito, su risa a carcajadas... tiene un añito, cómo ha crecido. Me lo como a besos, nos reimos juntos y lo abraz una y otra vez, lo acaricio... y el tiempo pasa y yo lo contemplo a él, tan pequeño y grande y es mío, mi hijo... Soy Mamá.... VAYA CON LA SUERTE QUE TENGO... vaya con la suerte que tenemos Mamita. Podemos disfrutar de ellos cada día.

Esta magia de la vida nos hace afortunadas.

¡¡Mil gracias a dios!!

¡¡Mil gracias a mis padres por sue jemplo!!

¡¡Mil gracias a ti por compartir todoe sto conmigo!!

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A que es bonita? A mí desde luego me ha llegado al alma.