domingo, 20 de mayo de 2012

Semana 26 ¿¿??

Ya he perdido la cuenta de las semanas que estoy, la cabeza se adelanta al tiempo, siempre pensando ahora en lo que queda por suceder, pensando en lo que será la nueva rutina, las nuevas responsabilidades... y no quiero pensar en la adolescencia que llegará cuando menos me lo espere.

Siento nauseas aun algunas mañanas, pero muy flojas, se pasan rápido, ahora la novedad está en el dolor de espaldas, el apetito de cosas dulces, helados de menta para ser más concretos. Empecé por helados de vainilla, y después me he decantado por los helados de menta y chocolate. Se me hace la boca agua al pensarlo. Pero no puedo comer todo el helado que quiero... me voy a poner a este paso bolinga bolinga.

Creo que en una semana he egordado más que en el resto del embarazo, sin embargo sigo teniendo el aspecto de haberme comido una sandía gigante. Sólo tengo barriga. No se me han hinchado los pies, ni las manos, ni nada de nada... estoy perfectamente, aunque mucho más lenta y más torpe. ¡Me canso muy pronto! y después de un paseo, se me pone la barriga dura dura dura. Me han dicho que es normal.

El lunes o martes pasado, no me acuerdo muy bien cuándo, me hicieron la prueba del azucar en el embarazo. Consiste en un pinchacito al llegar en ayunas, te sacan sangre y te tomas en cinco minutos un liquido, que al primer buchito está bueno... pero después... está empalagoso, y te deja un mal aliento increible, igual que el estómago que te lo deja dado del revés. Se trata de un chute de glucosa y se espera una hora en reposo, sin poder ir a ningún sitio, sentadita en la silla del descansillo porque la glucosa se quema muy rápido y tiene que reaccionar toda ella.

Después de esa hora interminable en la que puedes darte una o dos cabezaditas, la glucosa se ha digerido y te sacan otra vez sangre. No duele si no miras.

Luego te vas y desayunas si tienes hambre, cosa que no tenía mucha. La prueba medía si tengo diabetes gestacional o no... a ver lo que me dice el medico cuando vaya.

Lo mejor de este embarazo, es que se mueve mucho la niña. Me encanta sentirla, saber que está ahí. Releo lo que he escrito sobre el embarazo y me maravilla que esas cosas pasaron hace relativamente poco tiempo y cómo he cambiado, cómo han cambiado mis costumbres, cómo hemos cambiado las dos... cómo ha cambiado todo

Madre mia... cómo ha cambiado todo y cuánto aun queda por cambiar ¡toda la vida básicamente!

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