El final de una etapa

Desde hace unos días ando perdida. Pero tengo una buena razón.

¡MI BEBÉ HA NACIDO!

Ahora que tengo un poquillo de tiempo puedo escribir estas lineas, porque la verdad, he de decir que el tiempo ha dejado de existir más allá que de tres horas en tres horas :)

Por eso digo que una etapa se ha cerrado y ha comenzado otra. Mi bebé ha nacido, yo he vuelto a nacer y mi matrimonio se está afianzando cada día más con la llegada de esta nueva compañera de piso. Dejó de ser Mi inquilina, para ser compañera de piso. Sí... Creo que será interesante compartir el piso con ella.

Después de estar sintiendo unas contracciones raras durante todo el día 4 de Octubre, rompí aguas el día cinco a eso de las cuatro y cuarto de la mañana. Sentí como una explosión dentro de mí y acto seguido un chorreón de agua que salía sin control de mis entrañas (por llamarlo finamente). Fuimos corriendo a la clínica, y en poquitas horas después de muchos nervios, palabrotas, dolores y ganas de pujar, nació ella.

Pesó menos de lo que pensábamos y poco a poco se está haciendo un hueco importtante en nuestras vidas. Si no es que ya nos ha conquistado.

Como madre que soy, he de decir que mi bebé me encanta. Estoy loca por ella. Y bueno... aunque me duelen los puntos aun, pienso que todo esto merece la pena con creces.