34 Semanas... Tengo ya ganas.

Mi inquilina está cada día más grande, sin ir más lejos en un mes ha engordado la gachona su kilito. Así que ahora pesa 2 kilos y pico. Cosa que me hace mucha gracia. La cosa es que una amiga del grupo ha parudo, su bebé se le ha adelantado, lo que... Me pone un pelín más nerviosa al respecto. Puesto que por un lado, como sabeis quiero que nazca ya, pero por otro no. Por otro lado quiero que espere un poquitillo más.



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El otro día estando en clases maternales se me ocurrió decirle a la matrona que me picaban mucho los pies y las manos, que si eran cosas del embarazo. Efectivamente la matrona me dijo que la cosa podría derivar del embarazo, pero muy calmada también me dijo que me recomendaba hacerme una analítica, puesto que eso podría ser debido a un desarreglo de los niveles en proteinas en sangre y ello podría conllevar que el bebé sufriera de alguna manera. Incluso algunas veces se ha provocado un parto por estos motivos. Esto me puso los nervios un poco a flor de piel. A cada minuto que pasaba me iba montando la pelicula preocupada por si la cosa iba mal, pero contenta por si me provocaban el parti y así podría tenerla ya en mis brazos. Todo a la vez se me pasó por la cabeza. Mis pensamientos iban y venían sin parar.

En cuanto terminamos la reunión fuimos a que nos hicieran los análisis, y nos presentaron formalmente a los monitores y a mí. Me pusieron un ratillo en monitores y tuve dos contracciones indoloras. Esas se llaman "contracciones de Braxton Hicks, no duelen pero en esta etapa, es muy comun que se presenten casi a diario. Eso es para ir preparando al útero para el trabajo que le queda por hacer... ¡Madre mia!

Cada día tengo más contracciones de Braxton y cada vez más seguidas. Cada día tengo más ganas, y cada día que pasa, también tengo más miedo. Los muebles no llegan, la ropita está preparada, los pañales están comprados, no tengo nada más... Esta semana iremos a recoger la minicuna, esta semana compraremos sabanitas... Las lavaré y prepararé la camita. Todo debe estar preparado, por el bien de mis nervios. Y cada día me da la imprtesión de que tengo que estar más tranquilita, pero tengo más cosas que hacer.

Tengo cada día más cosas que hacer, y ¡no tengo ganas!. Sólo quiero estar aquí, tranquilita viviendo estas últimas semanas que quedan. Sin más. Cosiendo leyendo y punto... tranquilita. Pero no sé qué me pasa por la cabeza que no puedo... ¡No puedo!

Esto es un quiero y no quiero... En fin, que sea lo que Dios quiera.