Desde luego ir a un centro comercial siempre fue mi salvación cuando quería salir de casa con mi Inquilina y hacía mal tiempo, siempre fue y siempre ES la salvación, puntualizo.
Pero ahora, con la nueva madurez y con la nueva actitud, la cosa cambia.
Empiezo contando que desde hace al menos un mes no paso un día entero Madre-hija, razones diversas, la situación y demás no me lo han permitido, asi que bueno, el tiempo ha pasado y ella ha evolucionado a la vez ¡y de qué forma!
Hoy por primera vez en mucho tiempo hemos pasado el día entero juntas y me he visto desentrenada. ¿Cómo va a ser eso? Me he preguntado indignadísima en más de una ocasión en el día. Cómo va a ser que me he sentido perdida algunos momentos en el día. NO PUEDE SER
Ha pasado el día y me doy cuenta de que sí puede ser. Un mes en mi vida, quizás no suponga mucho, pero en SU vida SÍ.
Cada mes es sinónimo de evolución.
Es así.
Y eso es lo que ha pasado, mucho más lista, los juegos han cambiado, mucho más inquieta por conocer cosas y mucho más sabionda. La llamo y viene si le interesa, pero sabe perfectamente qué le estoy pidiendo, qué quiero decirle.
Hemos ido a pasear a un centro comercial esta mañana, antes íbamos despreocupadas, ella se distraía mirando desde la tranquilidad del carrito, yo me podía parar en los escaparates y demás.
AHORA YA NO
Ahora ella le dice al carrito TURURÚ y prefiere ir caminando, y eso de ir de la mano TURURÚ también, libre como el viento mejor, hacia donde ella quiera ir, tocándolo todo, queriéndolo todo y haciendo oídos sordos cuando mejor le viene.
Vaya que decimos adiós al paseo comercial tranquilo. Nada volverá a ser como antes.
En el momento en que la dejamos en el suelo, empieza a andar muy rápido, como si hubiera tomado un café y la hubiera acelerado. Mirando a un lado a otro, emocionable totalmente (pequeños gritos de asombro al percatarse de una tienda de juguetes o de ropa ROSA) Cuando la veo tan desbocada me gusta mucho, pero me preocupa también porque en un pequeño descuido, puedo perderla de vista. es tan rápida...
Me encanta esta nueva faceta, aunque también me cansa muchísimo. Ahora los negocios están a la orden del día, cuando nos tenemos que ir ya para casa y a ella le parece que no puede ser aun, protesta y hay que convencerla de que es la hora de volver, una se lo explica lo entiende y, según como lleve el día queda conforme o no. Lo dejamos al azar.
Otro cambio importante del cual me he dado cuenta hoy es este.
Antes, era comer y a dormir inmediatamente, pues ahora ya no. Ahora parece como si quisiera hacer un poco de digestión y luego caer en un sueño profundo y reparador. Aunque también os digo, la siesta cada vez es más corta, y mucho más reparadora para ella. Madre mía con la vitalidad que ha despertado hoy, aunque un poco con los cables cruzados.
Me he dado cuenta de que se ha sentido frustrada cuando sabía perfectamente qué quería y no sabía decírmelo. Menos mal que yo he estado rápida y veloz preguntando e intentando averiguar qué quería.
Cuando una pregunta y da opciones de respuesta a una bebé de dos años que no sabe hablar aun, corre el peligro de desviar la atención del deseo de la Inquilina en cuestión (que en algunas ocasiones es mi salvación) o de incrementar el deseo del objeto deseado, lo cual la mosquea más. Sea como sea, es difícil contentar a una Inquilina recién despierta de la siesta.
Pienso que ha sido, al fin y al cabo, un día genial. Nos hemos reencontrado y eso ha sido bueno.
El único PERO del día ha sido el momento de sentirme como desentrenada con ella.
No pienso dejar que me vuelva a ocurrir.