lunes, 16 de julio de 2012

Lactancia mixta. Esta es mi experiencia.

Muchas personas afirman que si un bebé toma biberón al nacer, luego la lactancia materna puede quedar desplazada. En mi caso no fue así.  Mi lactancia fue mixta, bibi y teta y la cosa ha funcionado ocho meses la mar de bien.

Mi inquilina nació muy pequeña y tuve complicaciones después. Perdí mucha sangre y casi el conocimiento. Así que me perdí el piel con piel, la primera mirada y los primeros segundos con ella. De esas cosas se encargó mi Chatungo. Nervioso e inseguro conociendo a esa que nos iba a bendecir la vida con sus historias. Creo que él no era consciente de la importancia tan grande que tenía el momento. Pero lo vivió y lo admiro por ello. Ni se desmayó, ni nada. Acató la situación de la mejor de las maneras. Aportando tranquilidad, aportando apoyo... En mi último empujón me dio la mano. Y eso me dio unas fuerzas que hacía un buen rato ya había dado por perdida.

En fin, que me voy del tema. El primer contacto que tuvo mi inquilina conmigo, fue 24 horas después de nacer. Así que como es de entender, las primeras tomas fueron con bibi. Recuerdo llegar a la habitacion tras ocho horas de recuperación, muerta de sed. Loca por ver a la niña y a Chatungo y encontrarme sola con él. Decirme que se iba a darle la toma a la niña y al saber que ella estaba controlada y bien, sentirme un poco mejor. Pero al fin y al cabo vacía, sin ella... Cuando nacen sientes un especie de vacío. Me habían contado que al principio había una especie de "Amor a primera vista" y sentir rabia y miedo a la vez por no haberlo sentido tal cual.

Efectivamente pensé que mi lactancia se iba a ir a la misma mierda al no estar con ella. Al no darle de lactar yo misma, sino un bibi. Pero esa noche una no está para muchas cosas... entre los puntos, y que empieza a reaccionar el cuerpo y a dolerte, no estás comoda... esa noche duermes mal y poco.

Al día siguiente quise ir a verla por la mañana, y no me podía mover aun. Así que hasta el medio día, en una sillita de ruedas fuimos a verla. En principio me asusté un poco. Ella tan chica, no me podía creer que fuera mia. espués al darmela para darle desde ya el pecho, para ir intentando. Asesoras de lactancia, junto a mí. Animandome con el pecho.

"Mami esto es estar ahí, intentar ponerte y poner e intentar hasta que ella misma lo encuentra y lo agarra"

Es me decían;

"que ahora no lo agarra, que no mama nada, no pasa nada, en unas horas nos ponemos de nuevo y así" y siempre me sacaba leche. Al principio era un poco deprimente Pero acabó saliendo mucha. No sé decir qué es la subida de leche. El "me subió la leche tal día" no puedo decirlo yo. Porque al sacarme leche pues me fui dando cuenta de que cada vez iba saliendo más. No sé decir un día en concreto.

La chica mamaba diez minutos de un pecho, diez minutos del otro, luego 30 ml de bibi y después me sacaba leche. Piensaba que sin el bibi no lo estaba haciendo bien, que no la alimentaba. Dudé de mi leche, de mi potencial. Pero un día quedé con  amigas mias. Todas con bebés del mismo tiempo. Primerizas y el estar con ellas, no llevar un bibi de ayuda y demás. Me ayudó a empezar a confiar. Y de estar contando cada tres horas que le toca, que si diez minutos en uno y diez en otro pues me relajé y empezó a demandar la teta. Empezamos, pienso yo a encontrarnos, entendernos... y creo que ahí fue cuando empezó realmente mi lactancia. Cuando me dejé de relojes y mierdas, me dejé llevar por el instinto. Eso sí. Siempre a lo práctico. Si alguna vez encartaba darle bibi, se lo daba.

No es malo, sacarse leche y dejar un banco de leche montado. Para ausentarse un día de costura y despejar la cabeza de todo y llegar con la mente renovada. No es de ser mala madre enseñarle a la pequeña que los bibis también existen y que no por ello la quiere menos

Llegaba y le daba la teta, ella me recibía con su bienvenida tan genial, mamando como si no hubiera un mañana. Siempre cuando podía le daba la teta y muchas veces era cada tres cuartos de hora, la típica pregunta "oootraaa veeez?" y claro "se va a empachar" también era una frase de las más candentes. Aunque eso no implica que alguna que otra vez le diera el bibi. Pero cada vez se lo daba menos. Hasta que empezamos la alimentación complementaria (AC) y poco a poco ella fue eligiendo qué comer.

Hoy día estoy feliz de cómo han salido las cosas. Siempre a un ritmo lógico, poco a poco y siguiendo sus deseos. Nada impuesto.

Todo según sus necesidades. Porque muchas veces aunque nos empeñemos en algo. Al final las cosas salen como tienen que salir. Ni de una manera ni de otra... sino como deben salir.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias... Intentar imponer algo a estos miniseres es algo un tanto imposible... ellos mandan :)


    Un beso

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  2. gracias también por lo de mami genial :)

    Es genial :) todo en sí... simplemente es sentido común al poder :)

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  3. Ay Mamita! Qué es tan difícil y a la vez tan sencillo esto de alimentar un bebé y nos hacen complicarnos tanto la vida en ocasiones! Nos hacen llenarnos de tantas inseguridades! Menos mal que con un poquito de sentido comùn y autoconfianZa la mayoría de mujeres acaba haciendo caso a su instinto y llevando una lactancia materna, mixta o artificial que va bien a su bebé.
    Un placer leerte!

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